sábado, 28 de mayo de 2016

Historia de la celebración de Corpus Cristi

El significado del Corpus Christi (traducción del latín: Cuerpo de Cristo), también conocido como Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo o como Corpus Domini ( equivalente a Cuerpo del Señor) se destina a celebrar la Eucaristía. La celebración se lleva a cabo el jueves que le sigue al octavo domingo después del Domingo de Resurrección.

Los orígenes de su celebración festiva se remontan hacia el siglo XIII, momento en que la monja agustiniana Juliana de Lieja comienza a realizar enérgicas peticiones para la celebración del Corpus Christi. Juliana de Lieja afirmaba que desde su juventud, Dios la habría instruido para que un día ella pudiera establecer la festividad del Cuerpo de Dios, solicitando entonces a numerosas personalidades de la iglesia, hasta llegar al Papa Urbano IV.

Urbano IV, amante de la Eucaristía, publicó la bula “Transiturus” el 8 de septiembre de 1264, en la cual, después de haber ensalzado el amor de nuestro Salvador expresado en la Santa Eucaristía, ordenó que se celebrara la solemnidad de “Corpus Christi” en el día jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, al mismo tiempo otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la santa misa y al oficio. Este oficio, compuesto por el doctor angélico, Santo Tomás de Aquino, por petición del Papa, es uno de los más hermosos en el breviario Romano y ha sido admirado aun por Protestantes.


LAUDA SION

Alaba, alma mía a tu Salvador; alaba a tu guía y pastor con himnos y cánticos.
Pregona su gloria cuanto puedas, porque Él está sobre toda alabanza, y jamás podrás alabarle lo bastante.

El tema especial de nuestros loores es hoy el pan vivo y que da vida.
El cual se dio en la mesa de la sagrada cena al grupo de los doce apóstoles in género de duda.
Sea, pues, llena, sea sonora, sea alegre, sea pura la alabanza de nuestra alma.
Pues celebramos el solemne día en que fue instituído este divino banquete.
En esta mesa del nuevo rey, la pascua nueva de la nueva ley pone fin a la pascua antigua.
Lo viejo cede ante lo nuevo, la sombra ante la realidad, y la luz ahuyenta la noche.
Lo que Jesucristo hizo en la cena, mandó que se haga en memoria suya.
Instruídos con sus santos mandatos, consagramos el pan y el vino, en sacrificio de salvación.
Es dogma que se da a los cristianos, que el pan se convierte en carne, y el vino en sangre.
Lo que no comprendes y no ves, una fe viva lo atestigua, fuera de todo el orden de la naturaleza.
Bajo diversas especias, que son accidente y no substancia, están ocultos los dones más preciados.
Su carne es alimento y su sangre bebida; mas Cristo está todo entero bajo cada especie.
Quine lo recibe no lo rompe, no lo quebranta ni lo desmembra; recíbese todo entero.
Recíbelo uno, recíbenlo mil; y aquél lo toma tanto como éstos, pues no se consume al ser tomado.
Recíbenlo buenos y malos; mas con suerte desigual de vida o de muerte.
Es muerte para los malos, y vida para los buenos; mira cómo un mismo alimento produce efectos tan diversos.
Cuando se divida el Sacramento, no vaciles, sino recuerda que Jesucristo tan entero está en cada parte como antes en el todo.
No se parte la sustancia, se rompe sólo la señal; niel ser ni el tamaño se reducen de Cristo presente.
He aquí el pan de los ángeles, hecho viático nuestro; verdadero pan de los hijos, no lo echemos a los perros.
Figuras lo representaron: Isaac fue sacrificado; el cordero pascual, inmolado; el maná nutrió a nuestros padres.
Buen pastor, pan verdadero, ¡oh Jesús!, ten piedad. Apaciéntanos y protégenos; haz que veamos lo bienes en la tierra de los vivientes.
Tú, que todo lo sabes y puedes, que nos apacientas aquí siendo aún mortales, haznos allí tus comensales, coherederos y compañeros de los santos ciudadanos.
Amen.
Santo Tomás de Aquino.



Fueron los monjes cistercienses los mayores impulsores de esta devoción y culto a la Eucaristía. Una serie de hechos prodigios como los famosos casos de las formas incorruptas de San Juan de las Abadesas, en Gerona, de los corporales de Daroca, ciudad de la provincia de Zaragoza, o los de Bolsena, en el Lazio italiano, y que se conservan en la catedral de Orvieto, "el más hermoso monumento de la arquitectura polícroma", serán también decisivos, según la tradición, en la instauración y desarrollo de esta festividad.

En España las ciudades de Barcelona, Gerona, Vic, Valencia, Calahorra fueron las primeras ciudades de España en sumarse a la celebración del Corpus. Con todo, ya antes, en otros lugares de nuestro país, había hermosísimas manifestaciones de piedad eucarística.

Le cabe el honor a la ciudad de Guadalajara de ser uno de los primeros lugares de nuestra nación al que se refieren las crónicas medievales con respecto al Corpus. Así, consta ya que en el siglo XIII, la capital provincial alcarreña rindía culto público y solemne al misterio de la Eucaristía.




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