Sábado 31 de Junio de 2021, fecha a recordar para nuestra
parroquia, por un lado al ser el día de la toma de posesión de nuestro nuevo
Obispo José Rico Pavés y por otro lado porque el día en el que también celebrábamos
San Ignacio de Loyola “
para mayor gloria de Dios”, veíamos culminado el
trabajo de muchos por poder ver al grupo IXCIS en nuestra parroquia con el fin
de recaudar para nuestro seminario diocesano San Juan de Ávila.
Ha sido un regalo del Señor ver como toda la parroquia,
cada uno aportando su granito de arena, ha trabajado para ello de manera callada.
Unos con su aportación económica, otros con sus oraciones, otros con la logística
propia que conlleva toda organización, otros preparando las viandas para el
ágape, otros cuidando de las medidas sanitarias, otros con los videos, otros preparando
el templo para el “comparciertoración”, otros dejando el templo listo para la Eucaristia
del Domingo (aquí no ha pasado nada 😉) y asi podríamos enumerar un lista larga. ¡Gracias a
todos!
Es también de agradecer la disponibilidad, facilidades y
entrega a cada uno de los componentes del grupo IXCÍS, sabiendo que cada uno
tiene su vida y sus quehaceres en lugares distintos y distantes y que se unen a
la llamada del Señor para llevar Su Amor con su música allá donde los llamen y
además con la consigna de “dad gratis lo que recibís gratis”. Está claro que
ellos han recibido una medida colmada de entrega, de generosidad, de amor que
no pueden quedarse para ellos mismo sino que escuchando la voz del Señor,
entregan a todos sus hermanos. GRACIAS, GRACIAS y GRACIAS por ser fieles a la
voluntad del Señor poniendo a disposición de todos el don que os ha dado con
vuestras voces y canciones que nos ayudan a acercarnos aun más a nuestro Señor.
Enlace para el video del comparciertoración: https://youtu.be/gC7CuNl8KKI
Entre muchos de los comentarios que nos han hecho llegar podemos destacar:
1) Una parroquia a la espera de la caricia del Espíritu. Las
entradas agotadas. Las medidas oportunas. Los corazones abiertos. Y cuatro
enviados por el señor que abrieron sus bocas para dejar hacer al Espíritu Santo
en cada uno de los que escuchaban... alentando, sanando, siendo la ternura de Dios
hecha música.
Fueron sembrando semillas de comunión, de unidad, de ser
artesanos de la comunión, bajando a las bodegas del corazón para embriagarnos
del amor de Dios y darnos, no por compromiso, sino porque estamos enamorados,
entregando la libertad como San Ignacio de Loyola, viviendo la contrarrevolución
de la santidad encarnando las bienaventuranzas, dejando que Dios sea nuestro
centro, siendo la ternura de Dios para el mundo, pastores según su corazón,
dando gracias, de forma que nuestro hágase, como el de María, transforme
corazones, sintiéndonos enviados al mundo para ser sal, luz y paz.
IXCÍS pidió a los formadores de nuestros seminaristas allí
presentes, para quienes iba destinada la ayuda de este “comparciertoración”,
que pidieran para cada uno de ellos en la carta a los reyes magos un delantal,
porque se nos olvida en la eucaristía, en aquella última cena, una parte muy
importante como es el lavatorio de los pies. Que después de decir “podéis ir en
paz” nos pongamos el delantal para salir a servir y a lavarnos los pies unos a
otros.
Y fueron ellos, los miembros de IXCÍS, los que dieron
gracias a Dios y a los organizadores de este encuentro por esta oportunidad de
volver a cantar después de estar sin hacerlo en público desde el inicio de esta
pandemia en la que nos encontramos., asegurándonos que hoy precisamente que nuestro
nuevo obispo ha tomado posesión de la diócesis de Asidonia jerez, éste es un
signo de que del Espíritu Santo sopla en nuestra diócesis. Gracias al Señor que
derrama su ternura entre nosotros y se hace cercano.
2) El grupo IXCÍS nos envolvió anoche en una atmósfera
sublime donde se sentía a Cristo por todos los rincones. Todo pasó en un
suspiro.
Tras meses sin poder compartir esos acordes sin mirarse
frente a frente en presencia de Dios, sólo utilizando medios digitales que
hacen frío él contacto humano, pero que no nos ha quedado más remedio que usar
para seguir comunicándonos, los componentes de IXCIS retoman su misión de
llevar el amor de Dios a los corazones de sus hijos a través de la música.
La noche del 31 de agosto nos pidieron unirnos a ellos en
oración con sus cantos y meditaciones, las cuales llegaron a enrojecer de emoción
los ojos de algunos de los asistentes.
Integraron a los que estábamos allí en un ambiente de
silencio, pidiendo que evitaríamos aplausos que fueron inevitables en dos
ocasiones, ya que la emoción de la expresión en la oración fue demasiado fuerte
para contenerse a tocar las palmas. Esas palabras de Fermín que transmitían el
amor de Dios dispuesto a mostrar como un sacerdote se entrega enamorado
mientras cantaba: "...al consagrar el pan" , y expresaba como hay que
tener actitud de servicio a los demás diciéndonos que en todas las parroquias
debería de haber un delantal a la salida de la eucaristía para servir allá donde
vayamos.
No le faltaron palabras para los seminaristas y les
dedicó una canción: “Los pastores”, les animo a seguir trabajando por el pueblo
de Dios y a descalzarse para sentir el dolor de los más necesitados.
Formando un solo ente, los cuatro componentes de IXCIS contraponían
sus voces complementándose unos con otros a varias voces y al ritmo de la
guitarra de Alfonso, que acompañaba esas letras entonadas y esos gestos que
vibraban al expresar su amor a Dios. Sus miradas se cruzaban llenas de emoción y
con el canto se hablaban con los ojos. Esa mirada que unas mascarillas nos han
enseñado a utilizar para hablar sin decir palabras.
Unas mascarillas que hicieron que IXCIS elevara una
oración por todos los que se fueron por esta pandemia y que ha dejado muchos
corazones rotos que ayer fueron consolados por los cantos interpretado por
ellos.
Y todo puesto al servicio incondicional del Padre, tal y
como lo expresaron al cantar su " padre nuestro…"
Fue Alfonso quien no pudo aguantar la emoción de volver
al escenario y a los micros, y casi con lágrimas saltadas y un nudo en la
garganta, dio gracias a Dios y a todos los que habían hecho posible este
retorno a los comparciertos, incluso saltándose el protocolo del concierto.
Y como guinda final, mencionaron a la que ha hecho
posible que todo esto esté ocurriendo en este siglo y ahora. Dieron las gracias
a María y a su sí, a su entrega incondicional " cuanto quieras, como
quieras y donde quieras…" , nos hizo cantar para que sintiéramos la
cercanía de ese trozo de pan vivo salido del vientre de la mujer entregada a la
voluntad de Dios, en nuestra alma.
Una experiencia maravillosa y emocionante que nos hace
sentir que a pesar de todo lo que está ocurriendo en este mundo, Dios sigue
vivo entre nosotros.
3) Me encantó, yo estuve en la puerta porque la gente seguía
llegando, y mi oración se interrumpía constantemente pero aun así hubo momentos
en algunas canciones que lo disfruté verdaderamente. Vi a mi comunidad unida y
a mucha gente de otras comunidades también allí y todos unidos en oración, fue
una experiencia muy bonita, allí se respiraba amor por los cuatro costados, y
los seminaristas fliparon con las canciones y a la gente le gustó eso de que
los seminaristas aparecieran por allí.
4) La verdad es que, con
tantas cosas como uno tiene en la cabeza, sabía que el comparcierto era el 31,
pero…, ni sé en qué día vivo… así que no le fui echando mucha cuenta…. A mí,
curioso y sobre todo, temeroso que soy, me gusta de “saber” o “conocer” lo qué o
con quién voy a hacer. Pero estaba tranquilo, iba a ir con mi esposa al
concierto e iba a estar con mi comunidad.
Sabía que el grupo era
Ixcís, pero no lo había escuchado previamente, así que “quería saber”. Quería
escuchar previamente algo sobre ellos. Ella los había ido escuchado y me
comentaba que estaban muy bien… Pero yo, por una razón u otra, no los podía
escuchar. No tenía ni un rato para mí tranquilo, para descubrirlo.
Llega el día… El sábado se
levanta con un viento fresco, que cuando se está trabajando, la verdad es que
es muy agradable, pero para ir a la playa y eso…, como que no. Así que, como
estamos de obras, nos dedicamos todo el día a organizar, recoger y limpiar. Ya
por la tarde noche, intento como sea poner alguna canción, pero…, las cosas que
ocurren, Internet no va. Ni siquiera en el móvil. Y mi esposa, que la pobre mía
se había dado un buen tute de limpieza, se encuentra muy cansada y declina ir
al concierto… Cuando llego, ya cerrando la entrada, me comentan algo de los
sitios, pero yo, que iba con las prisas, con poner el móvil en silencio… no las
entendí bien (lo siento!!). Al mirar a la Iglesia, veo todo lleno, pero para mi
alivio, había un sitio justo al lado de un matrimonio al que creo reconocer y
que tras acercarme despejo mis dudas, estaba “salvado”. Iba a estar junto a mis
amigos. Además, delante otro matrimonio, amigos que hacía tiempo que no veía y
con los cuales nos saludamos como en los tiempos que corren se puede hacer, con
el puño, pero en nuestras miradas había mucho aprecio y afecto.
Ya estaba el Padre Jorge
presentando el comparcierto. No sabía qué me iba a encontrar, pero “algo” hizo
que, desde el minuto uno, me olvidara de todo. Y hubo una canción, que fue la
segunda, que me tocó. “Dejarme hacer”. Dejarme hacer. No pensar, no temer… solo
escuchar, orar, disfrutar, vivir, y “dejarme hacer”. Eso me impactó. Me ví que
me estaba hablando a mí directamente…, porque además, es lo que entiendo que
debo hacer SIEMPRE en mi vida. Dejarme hacer por Él.
A partir de ahí, hubo una
cascada de sentimientos. Me acordaba de situaciones, de gente, amigos, … Qué
fácil es orar! Y cuánto nos cuesta!! Con qué sencillez se hace oración! Las
letras que usaban, no son para nada enrevesadas, nada de vueltas y vueltas,
metáforas, etc… Simples, sencillas, cotidianas. Palabras del día a día.
Directas al corazón. Palabras con las que me gustaría poder gritar “Hágase en
mí, cuanto quieras, como quieras, donde quieras”. Sé que Él me dará ese día en
el que lo haga. A su tiempo.
Y qué decir musicalmente
hablando… No soy especialista, pero sé lo que me gusta. Para mí, 4 voces con
timbres muy distintos los 4, pero, a cada cual mejor… En definitiva, una
maravilla de concierto el cual me encantaría repetir… Muchas gracias Señor por
permitirme disfrutarlo!!.
Asi podríamos llenar varias paginas de comentarios de muchos de los que asistieron anoche a este regalo del Señor. Esperamos y deseamos que no sea el último sino el inicio de una larga amistad.